Gracias a las modernas técnicas de procesamiento y fabricación, la construcción en madera ha dado un gran salto adelante en cuanto a sus posibles aplicaciones en arquitectura. Además de los métodos de construcción tradicionales, como la construcción de armazones de madera, en los últimos años se ha impuesto la construcción con madera maciza, que crea posibilidades arquitectónicas completamente nuevas gracias a sus grandes paneles de madera maciza.

Las paredes o techos de madera maciza son portantes y pueden utilizarse inmediatamente como superficie acabada. Gracias a la prefabricación, permiten una arquitectura rápida, sencilla, económica e interesante.

La madera maciza tiene muy buenas propiedades climáticas interiores, una gran capacidad de almacenamiento de calor y un buen valor de aislamiento, por lo que reduce la necesidad de aislamiento adicional. La madera almacena mucho CO2, que se elimina del ciclo de los materiales, por lo que es especialmente relevante para el clima.  

Correctamente diseñada, la construcción de madera es fácil de desmontar y los componentes pueden reutilizarse.    

Por estas razones, creemos que la construcción en madera es actualmente la contribución más importante que la arquitectura puede hacer al cambio climático. Además de estos aspectos globales, sociales y ecológicos, la construcción moderna en madera permite una amplia gama de opciones de diseño y aplicación, como la adición de plantas a los edificios y la redensificación.