Directamente en la estación central de ferrocarril de Karlsruhe debía crearse una estación de bicicletas para unas 1.000 bicicletas, con contenedores automáticos para guardarlas y espacios manuales, así como una estación de servicio. Tras ganar el concurso, el proyecto se planificó en su totalidad, pero no se llevó a cabo al retirarse una promesa de financiación pública.