Comer juntos es uno de los acontecimientos culturales más importantes, sobre todo para los niños. Aunque el comedor debe ser un espacio amplio y sin columnas, debe ser un lugar diferente de una cantina. Las condiciones son ideales debido a la especial naturaleza del emplazamiento: al final del patio de la escuela, que está rodeado por tres lados. Para no cerrar este espacio abierto al oeste, una idea central fue disponer las salas funcionales y la entrada en el lado sur, donde también se encuentra la pérgola, a fin de dejar espacio para un comedor casi totalmente acristalado que permita una relación visual este-oeste. El muro sur permite ampliar el edificio hacia el sur. En términos energéticos, el edificio, extremadamente aislado, utiliza la temperatura de retorno del sistema de calefacción del edificio escolar.